viernes, 23 de noviembre de 2012
Elliot Erwitt
Cuidado con cualquier movimiento que hagas.Dónde pises.Dónde te sientes.A qué mires.A quién mires.A quién observas.
Todo puede ser y es juzgado.
¿Merece la pena alzar la vista del suelo aún así?
Obviamente,sí.
¿La reacción que puedes causar?
Eso ya es relativo. Nos sometemos a que cualquier acto nos identifique,cuando realmente ni reconocemos nuestro rostro al salir de la ducha.
No hay que tener miedo a que el espejo se rompa o te diga que no eres la más guapa del mundo.
Para ti,tienes que serlo.
Y si solo te sientes identificada con tu mascota,ya es un gran paso.
Aless.
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